Nuestro propósito:
Transformar
El Instituto Nueva Escuela (INE) acompaña a comunidades escolares puertorriqueñas que han optado por el modelo Montessori público como agente activo para lograr una transformación social.
Misión
Acompañar, capacitar y servir a las comunidades en Puerto Rico a través de la educación pública Montessori para el desarrollo de seres preparados que contribuyan al bien común.
Visión 2025
Estar en 100 comunidades escolares de Puerto Rico que ofrezcan una educación pública Montessori de excelencia.
Contribución del INE
El INE está dedicado a implementar la filosofía y metodología Montessori en las escuelas públicas de Puerto Rico. Antes del 1994, el método Montessori solo era accesible para las familias de alto nivel económico y en escuelas privadas. En poco más de 15 años, el INE ha acompañado a más de 52 escuelas y comunidades en su transformación educativa y social: cultivando una cultura de paz, desarrollando un modelo de gobernanza participativa de padres y líderes comunitarios, evidenciando buenos resultados académicos y sociales para nuestros niños, niñas y jóvenes.
Modelo del INE
Como organización 501c3 sin fines de lucro, el INE trabaja para expandir la educación Montessori en Puerto Rico acompañando a las escuelas públicas en su transformación. Nuestra organización entrena y certifica a guías y asistentes en la pedagogía Montessori y proveee liderazgo, apoyo y asistencia técnica a escuelas públicas y comunidades hermanas. Nuestras alianzas con fundaciones, el gobierno local y el sector privado garantizan una educación pública Montessori de alta calidad. El INE aspira a fortalecer la gobernanza escolar de base comunitaria mientras trabaja con nuevas escuelas que están siendo incorporadas al proyecto.
Comienzos de Montessori
La filosofía y metodología Montessori es reconocida por lograr un desarrollo comprensivo, intelectual, social y espiritual en el niño, niña y/o joven. Desarrollada por la Dra. María Montessori, la metodología tiene como centro el niño y la niña. Se basa en observaciones científicas desde el nacimiento hasta la adultez.
Con más de 100 años de éxito en diversas culturas a través del mundo, este método ha sido favorecido por personalidades de alto perfil como una manera efectiva de alcanzar la paz mundial.
El principio básico de la filosofía y educación Montessori es que cada niño y niña lleva dentro de sí las cualidades de la persona que él o ella será. Para desarrollar estos poderes físicos, intelectuales y espirituales a su cabalidad, deben gozar de libertad – una libertad que se alcanza a través del trabajo, el orden, y la auto-disciplina.
La educación Montessori tiene como punto de comienzo el 1907, cuando María Montessori abrió la Casa dei Bambini, o Casa de Niños, en un distrito de bajo ingreso en Roma. Su filosofía y metodología, únicos en su momento, atrajeron la atención de educadores a nivel mundial, y en las siguientes décadas, se abrieron escuelas Montessori en Europa, América del Sur y América del Norte, y finalmente, en cada continente excepto Antártida.
María Montessori desarrolló lo que ella llamó el “ambiente preparado”. Este posee un orden y estructura que exhorta a los niños y niñas a desarrollarse a su propio paso, de acuerdo a sus propias capacidades. Es un ambiente no competitivo durante sus primeros años escolares. La Dra. Montessori, comprendiendo la necesidad de la adquisición de una habilidad básica antes de su uso en una situación competitiva de aprendizaje dijo: “Nunca dejes que un niño se arriesgue al fracaso hasta que tenga una oportunidad razonable de alcanzar el éxito”.
La etapa entre los tres y los seis años de edad es cuando los niños mejor aprenden las reglas básicas del comportamiento humano. Estos años pueden ser dedicados de forma constructiva a “civilizar” a los niños, liberándolos a través de la adquisición de los buenos modales y hábitos para tomar su lugar en la cultura en la que viven. Es más probable que los niños que han vivido el beneficio del ambiente Montessori se dediquen al desarrollo de sus facultades intelectuales a una edad mayor.
La Dra. Montessori reconoció que el único impulso válido para el aprendizaje es la auto-motivación del niño. Los niños se mueven hacia el aprendizaje. La guía prepara el ambiente, dirige la actividad, y ofrece el trabajo según cada niño esté listo.