¿Qué es Montessori?

 
 

La pedagogía Montessori es un acercamiento educativo que tiene al niño como centro. Está basado en la observación y el conocimiento del desarrollo del niño, desde el nacimiento hasta la adolescencia. Fue desarrollado por la doctora italiana María Montessori y tiene más de 100 años de implementación exitosa en alrededor de 6 continentes. 

La visión que se tiene del niño es de uno naturalmente curioso, trabajador y capaz de dirigir su aprendizaje autónomo en un ambiente preparado para su etapa del desarrollo.  

Es un acercamiento que valora el espíritu humano y el desarrollo integral del niño, en lo físico, social, emocional y cognitivo.

Para que un programa sea Montessori, debe integrar unos conceptos clave: grupos multiedad en los que hay aprendizaje entre pares, bloques de tiempo de trabajo ininterrumpido, una guía adecuadamente formada, y un ambiente preparado con materiales apropiados para las edades que acoge. La meta de las escuelas Montessori debe ser integrar todos estos elementos en cada ambiente.

 
 

La maestra preparada (o guía), el niño y el ambiente, forman un triángulo. El ambiente es preparado por la guía para llevar a la independencia, la libertad dentro de los límites, y el sentido del orden. El niño, a través de su selección individual, usa libremente lo que el ambiente le ofrece para desarrollarse a sí mismo, interactuando con la guía cuando necesita apoyo o dirección.  

Los grupos multiedad son esenciales para el método Montessori: los niños menores aprenden de los mayores, los niños mayores refuerzan su aprendizaje al enseñar a los menores conceptos que ya han logrado. Este arreglo también se asemeja al mundo real, en el que los individuos trabajan y socializan con personas de todas las edades y características.  

La Dra. Montessori observaba que los niños pasan por periodos sensitivos, o ventanas de oportunidad, mientras crecen. Según el desarrollo de sus estudiantes, la guía ofrece las lecciones o materiales apropiados para estos periodos sensitivos cuando el aprendizaje es más naturalmente absorbido e internalizado.

 
 

En la temprana niñez, los niños Montessori aprenden a través de actividades que comprometen su aparato sensorial y motor, trabajando con materiales que desarrollan sus poderes cognitivos a través de la experiencia directa: ver, escuchar, saborear, oler, tocar, moverse. Desarrollan también su independencia.

En las edades elementales, el niño continúa organizando su pensamiento a través del trabajo con materiales Montessori y con un currículo interdisciplinario mientras da el paso de lo concreto a lo abstracto. Comienza la aplicación de su conocimiento a experiencias del mundo real.   

Esta organización de la información prepara al niño para el mundo de la adolescencia, cuando el pensamiento y la emoción evolucionan a un entendimiento más abstracto y universal de conceptos como la equidad, la libertad y la justicia. El joven busca encontrar su vocación para insertarse a la sociedad como ser pensante, activo y autónomo.

Tomado de la American Montessori Society (AMS)