El regreso a la escuela Montessori en Toa Baja
Desde agosto del 2020 los directores de las escuelas públicas Montessori se reunían todas las semanas para soñar el regreso a las escuelas de manera segura.
La directora de la escuela Ernestina Bracero Pérez, Aracelis Cruz Caraballo, estuvo junto a otros directores del proyecto soñando ese regreso y preparándose para recibir a sus estudiantes, pero algo que la llevó a reafirmarse en que este proceso de apertura era necesario, fue escuchar a su nieto decir que el Covid-19 le había quitado a sus amigos.
Para Aracelis otra razón para la transición de virtual a presencial era que ‘’nosotros en la escuela éramos los ojitos, los brazos, éramos quienes observábamos, indagamos, referimos, pero cuando ese estudiante ya está en la casa no podemos. La misma persona que está cometiendo el abuso, no va a decir yo abusé’’, esto haciendo referencia al alza del maltrato infantil en la isla, tema que le preocupa muchísimo.
Los estudiantes de Puerto Rico llevan desde marzo del 2020 tomando clases de manera virtual desde sus hogares debido a la pandemia del Covid-19.
Así que con el objetivo de que los niños y niñas regresaran de manera segura, el proceso y protocolo que se estableció en la Ernestina Bracero Pérez fue uno donde participó toda la comunidad escolar, maestros, familias, facultad, Departamento de Educación y la administración del pueblo de Toa Baja.
Para Aracelis la clave fue la preparación que llevaron a cabo desde agosto del 2020 y la integración de todas las partes. Esto permitió que ante el aviso del Gobierno sobre la apertura de escuelas, la comunidad escolar de Ernestina Bracero supiera qué hacer.
De regreso al ambiente
La escuela abrió el 10 de marzo del 2021. La entrada de los estudiantes fue de manera escalonada desde las 7:40 de la mañana. Al llegar a la escuela, a los estudiantes se les tomaba la temperatura y se les desinfectaban sus manos. Allí les esperaba su asistente para llevarles a su ambiente, donde la guía les recibiría.
Ese fue el caso de la guía Paquita Cuevas Santos y la asistente Diana Medina de Casa de Niños, quienes recibían cuatro estudiantes lunes y miércoles y otros cuatro martes y jueves. Los viernes la escuela era desinfectada a profundidad por lo cual no se recibía estudiantes ni personal.
Los estudiantes llegaban con su cajita viajera, donde estaban los materiales que utilizarían para su día de trabajo. Al llegar a su ambiente, cada estudiante tenía su anaquel, su mesa y silla.
Paquita aceptó que los niños durante las tres semanas que fueron al ambiente la sorprendieron, pues ninguno lloró, siguieron todo el protocolo del distanciamiento y el uso de mascarillas, por lo que no tuvo ningún problema con ellos.
‘’Fue una experiencia súper gratificante’’, aseguró.
La guía acepta que estaba muy contenta de ver llegar a sus niños al ambiente y ver sus rostros de felicidad.
Para esta guía de Casa de Niños, el regreso al ambiente era y continúa siendo necesario. Ella lamenta que otros estudiantes de su ambiente, que se integrarían en la fase 2, no pudieron tener la oportunidad de llegar a la escuela debido al cierre más reciente.
‘’Pienso que nosotros dimos un paso adelante y estamos preparados para agosto, porque ya tenemos el protocolo y ya se pudo practicar con los nenes que vinieron’’, mencionó la guía sobre estas tres semanas de clase.
La guía al igual que la directora están conformes con el protocolo riguroso que utilizó su escuela y ambientes, y mantienen la esperanza de que las escuelas puedan abrir pronto.
Paquita expresó haberse sentido muy cómoda en el ambiente con sus niños y niñas.
Como anécdota, nos cuenta que entregando cajas viajeras una madre le deja saber que su hija, quien es nueva en el ambiente Montessori y asistió las tres semanas que la escuela estuvo abierta, pregunta todos los días cuándo regresará a la escuela.