Nos tenemos

 
 

El pasado 18 de septiembre Puerto Rico fue azotado por el huracán Fiona, fenómeno que afectó nuevamente de forma radical a nuestras comunidades y  sus escuelas. 

La red de apoyo y solidaridad que existe entre las comunidades de escuelas públicas Montessori se activó prontamente. Los y las directoras, personal escolar, los y las guías, las asistentes y familias, se movilizaron para conocer cómo estaban sus estudiantes y familias. Al igual que pasó luego de María, prontamente sabían quién necesitaba qué.  

Estas conductas, atraen manos y almas amigas. Rápidamente se unieron al trabajo de dar aliento y servicio, fundaciones como Banco Popular de Puerto Rico (FBPPR), Colibrí, Fundación Liberty, Segarra Boerman y organizaciones como Habitat for Humanity y World Central Kitchen.

 
 

Se unieron amigos y amigas del proyecto en Puerto Rico y fuera, miembros de la Junta de Directores del INE y voluntarios de iglesias, organizaciones y entidades como Fundación Banco Popular de Puerto Rico. 

Con sus aportaciones se proveyó alimentos y agua a familias en distintas partes de la isla: los donativos y ayudas sirvieron para hacer las compras, otros aportaron, como la Fundación Liberty, transportación a lugares como Yabucoa, Cayey y Naguabo. 

La primera semana luego del huracán Fiona, se pudo servir a más de 100 familias. 

 
 

Casa Familiar activó sus servicios y respondió de inmediato, no solo a las necesidades de las 13 comunidades en donde se encuentran, respondió al llamado de todas las escuelas. La atención del alma en estos momentos fue urgente. Celebramos y felicitamos a las y los compañeros de dicho proyecto y el desprendimiento con que sirven al otro.     

 
 

Los y las jóvenes voluntarias de Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), que siempre dicen presente en nuestras escuelas, colaboraron en el trabajo de limpieza y restablecimiento de la Casa Familiar de Comerío, la cual se vio afectada por las lluvias y el agua del río. 

Han sido semanas difíciles, pero nos tenemos. 

“Es un privilegio ser parte de esta colectividad de escuelas y comunidades. El modelo de conducta de altura que se desprende de su práctica no solo atiende la necesidad inmediata de forma eficiente y humana, logra reconstruir el tejido social de nuestro pueblo. Agradecemos a todos y cada uno de los actores de este proyecto que hace posible este milagro en medio de los tiempos más adversos’’, compartió Ana M. Garcia, directora ejecutiva del INE.

 Al día de hoy estos gestos de generosidad continúan y nos han permitido servir a 190 familias y repartir diariamente 800 platos de comida caliente en las comunidades de Ciales, Yabucoa y Guayama gracias a World Central Kitchen.

 
 
Xavier Rivera