Emotivo regreso a la escuela en Aguada
Decenas de niños y niñas alegres, curiosos y con muchos deseos de aprender regresaron físicamente el pasado mes de marzo a sus ambientes Montessori de la escuela Profesora Juana Rosario Carrero en Aguada.
A casi un año desde el comienzo de la cuarentena impuesta en Puerto Rico para evitar la propagación del virus del Covid-19, la comunidad escolar se alistó para recibir de nuevo a los estudiantes en un ejercicio que, según asegura su directora escolar, Enélida Figueroa Hernández, ha sido una práctica necesaria para que la escuela pueda servir mejor a la comunidad en el próximo año escolar.
"No se de quien era más la emoción, si de los guías, las asistentes, los estudiantes o los padres… Aunque los nenes iban por los pasillos muy ordenados, ver a otros compañeros para ellos era algo tan emocionante, la cara de felicidad era evidente...Ver a sus amigos, eso no tenía precio. Aunque fuese a 6 pies de distancia, poder dialogar… fue una emoción que no se puede describir, nosotros vivimos ese momento y fue muy grato”, describió la directora sobre esa primera vez que vio a sus estudiantes en el plantel.
Figueroa Hernández reconoció la labor de las familias al preparar a sus hijos para este regreso seguro. "Jamás me imaginé que el comportamiento de los más pequeños iba a ser tan ejemplar. Ellos ya venían con unas instrucciones desde el hogar; 'que no se pueden quitar la mascarilla', ellos mismos nos lo decían, 'esto no lo puedo hacer, tenemos que mantener distancia''', contó Figueroa Hernández quien aseguró que al momento no ha recibido ninguna observación negativa sobre el proceso.
Su escuela lleva tres años implementando la filosofía Montessori y cuenta con una matrícula Montessori de 131 estudiantes de los cuales 60 regresaron a los ambientes en marzo. Al poder ver el proceso, otras familias han mostrado interés en que sus niños se integren a la escuela en una próxima fase.
"Aunque no tenemos esa oportunidad de irnos a áreas comunes, de irnos al patio o a la cancha a jugar básquet, así sea solo podernos ver a 6 pies de distancia, dialogar y compartir en un salón de clases creo que emocionalmente es necesario", observó.
Comunicación y preparación son la clave
Según Figueroa Hernández la clave en su comunidad para este exitoso regreso fue una combinación de dos importantes factores: La comunicación directa y constante con la comunidad escolar y preparar la planta física de manera que brindara seguridad.
La directora explicó que su escuela siempre estuvo abierta para su comunidad. Realizaron actividades en modalidades "drive-in" y a distancia que permitían a las familias mantenerse conectadas. De igual manera, se han mantenido divulgando información constantemente en la página oficial de la escuela sobre temas que van desde la llegada al plantel de nuevos conserjes y preparación de la planta física, hasta la participación del personal en talleres de capacitación. "Es primordial que los padres tengan información", acotó.
Asimismo las guías y asistentes motivaban a las familias a ese regreso seguro ya que estaban al tanto de todo el proceso. "Para darle esa seguridad a nuestro colectivo estuvimos trabajando en el proyecto piloto, reuniéndonos con Saem (Secretaría Auxiliar Montessori), con personal del INE y mientras todo esto iba ocurriendo lo transmitimos a nuestro colectivo y eso les da seguridad", explicó Figueroa Hernandez al añadir que el personal de su escuela fue consultado sobre su sentir y preferencia previo el regreso presencial de manera que cuando recibieron la dirección del Departamento de Educación, ya estaban preparados y motivados para regresar al plantel.
La directora explicó que también se les hizo una consulta a las familias para conocer quienes estaban interesados en regresar a los ambientes y la manera en la que querían hacerlo. De ahí se trabajó el plan que emplean actualmente el cual fue discutido con las familias antes del regreso en una reunión.
Un excelente ensayo
La directora recalcó que ve el regreso a la escuela en medio del actual semestre como un ensayo que le ha servido a la comunidad escolar para practicar los protocolos de manera segura y calmada y para ir ganando la confianza de cada vez más familias que muestran interés en que sus niños y niñas regresen de manera presencial.
Asimismo, han puesto en práctica técnicas innovadoras que quizás en el futuro podrían adoptar si las condiciones lo permiten. "Se pudo dar una clase virtual y presencial a la misma vez. Fue súper interesante, no digo que fue algo fácil, pero intentamos”, dijo Figueroa Hernández con emoción al reconocer que para lograr con éxito este tipo de dinámica se requeriría equipos tecnológicos adicionales. "La guía estaba muy contenta ese día porque unos pudieron ver a otros que estaban en el salón, fue un ensayo muy bueno", celebró.