Proyecto de escuelas públicas Montessori llega al municipio de Fajardo

 
 

La primera escuela pública de Fajardo que considera el proyecto  Montessori  se encuentra en el barrio Quebrada Vueltas, y atiende a  118 estudiantes del nivel elemental. 

Aunque la escuela María I. Dones fue cerrada en el 2018, los padres y madres de la comunidad lucharon para reabrirla ese mismo año permitiendo que los niños y niñas de la comunidad tuvieran su escuela nuevamente para el inicio de clases. 

Uno de los factores del cierre fue la baja matrícula de la escuela, reto que fue más real al reabrirla, pues ya muchos de los estudiantes habían sido matriculados en otras escuelas. Sin embargo, las familias y la facultad hicieron un gran trabajo dando a conocer que la escuela había abierto nuevamente. 

Luego de varios años la comunidad escolar decide comenzar a buscar alternativas. Una de ellas fue el método Montessori. 

La educación Montessori fue considerada una alternativa ya que varias familias tenían conocimiento del método y del proyecto en Puerto Rico. Tras esto se procede a hacer una consulta a la comunidad, familias y facultad;hubo consenso entre ellos y la comunidad escolar decide comenzar el proyecto en la escuela Maria I. Dones

 
 

Como parte de su  búsqueda, la comunidad visitó  la escuela Montessori Guillermo Reifkhol en Patillas. Clarisa Zalduando, directora de la escuela en Fajardo,  describió la visita como “el enganche que les faltaba”. “Ver a los niños y niñas en cada ambiente, trabajando de forma independiente, en silencio y sin interrumpir al otro, concentrado. Yo entré al ambiente y ellos siguieron trabajando como si yo no existiera. Ver eso a mi me impactó’’, expresó Zalduando tras su visita a la escuela Guillermo Reifkhol. 

Tras la visita someten la carta de intención a la Secretaría Auxiliar de Educación Montessori (SAEM)  que es uno de los primeros pasos a seguir para comenzar el proyecto. Ya formando parte, 3 aprendices adultas comienzan su proceso de formación Montessori en el Instituto Nueva Escuela (INE) este pasado verano. 

La escuela comienza a “construir” los niveles Montessori de Infantes y Andarines, desde el nacimiento hasta 3 años, y el nivel de Casa de Niños de 3 a 6 años. Estos ambientes sirven a 36 estudiantes. 

Una de las aprendices adultas expresa estar encantada con el proceso de transformación. “Veo como un proceso de transformación de todos juntos, la escuela, la facultad y los estudiantes”, compartió Aylis Romás, quien se encuentra en su formación de guía de Casa de Niños. 

“Me siento encantada” expresó la aprendiz adulta, Ziani Torres sobre su proceso de formación donde reconoce que es un proceso de transformación desde adentro y que luego se lleva al ambiente, niños y familias.  

 
 

Para las educadoras que han dicho que sí al proyecto Montessori Público, el proceso de estudio es una oportunidad de reconectar con su vocación, una oportunidad de crecimiento y de aportar a la formación del niño y la niña,  mirándole como un todo. 

Además, las familias ya reconocen las aportaciones de la metodología en la vida de sus hijos e hijas; así lo mencionó Solymargarita Torres, madre de una niña de Casa de Niños, quien ha visto cómo en poco tiempo su hija es más  independiente,  más segura. “El ambiente es un lugar organizado, tranquilo, atractivo a la vista. Y ella llega a casa diciendo que ella quiere lo que está en su salón en su cuarto”, dijo la madre. 

La llegada de Montessori a la escuela  Maria I. Dones ha logrado un aumento significativo en el interés de familias y comunidad en la escuela pública que les sirve. En estos momentos, por primera vez en mucho tiempo, la escuela tiene  una lista de espera de más de 100 familias, informó la directora Zalduando. 

También la facultad ha visto mayor  participación de las familias, compromiso y hasta interés de los estudiantes de la corriente regular quienes ven a niños más pequeños uniéndose a la comunidad escolar y quieren ayudar y cuidarlos.

Una de las aportaciones muy significativas que ve Solymargarita, quien se crió en Quebrada Vueltas, es que los estudiantes van a poder cultivar valores, paz y el cuido por el espacio a sus hogares.

Xavier Rivera