Club: Los amigos del Río
Días después del paso del huracán María, la comunidad escolar de Inocencio Cintrón Zayas en Barranca, Barranquitas, rehabilitó su escuela. El Río Manatí, que bordea la escuela, subió y entró a la misma causando estragos monumentales. En cuestión de días la comunidad limpió la escuela y rehabilitó sus ambientes, comenzó a recibir a sus estudiantes y dar aliento, alimento y agua a su comunidad.
Uno de esos días de limpieza compañeras y compañeros del Instituto Nueva Escuela (INE) y de la Secretaría Auxiliar de Educación Montessori (SAEM) se unieron a las brigadas en Barranca. Al final de un día de trabajo, uno de los estudiantes, Iván Berrios Rivera bajó a observar el río con Ana María. Allí sostuvieron una conversación sobre el mismo. Ana preguntó: “Iván, ¿Qué vamos a hacer con el río?” A lo que Iván contestó sabiamente: “aprender a vivir con él”.
En ese momento Ana celebró que Iván es parte de una buena escuela y de una comunidad fuerte que le educa a ver y querer al río como su compañero de vida. De esta historia, nace una inquietud que luego se transforma en el club “Amigos del río”.
La escuela se encuentra rodeada de altas montañas verdes, a su lado pasa el río, río que viene del Cañón de San Cristóbal en Barranquitas, y se une al río Grande de Manatí. El río ha sido ‘la casa’ de muchas familias que a través de los siglos han hecho sus vidas en comunidad junto a este cuerpo de agua que les ha dado alimento, vida, cohesión. La escuela está rodeada de familias que llevan generaciones viviendo en esa comunidad, que han sido parte de la construcción, evolución de la escuela y conocen bien su historia.
Iván, que hoy es un joven de 15 años, egresado de la escuela y estudiante de la escuela Superior Vocacional Pablo Colón Berdecia inició el club de Amigos del Río partiendo de su preocupación de cómo cuidarlo y cómo aprender a vivir con él para cuidarlo.
El círculo de trabajo de sus guías y asistentes, miembros de la facultad, vecinos y vecinas, familiares de Inocencio Cintron Zayas y organizaciones como Para la Naturaleza escuchan con atención las preocupaciones de sus estudiantes y se unen a su misión.
La guía Jessica Santiago de Taller II acompaña este club el cual está conformado por 47 estudiantes de este nivel, sin embargo toda la escuela participa en la iniciativa.
Pero ¿por qué los estudiantes de Taller II tienen tanto interés en el río?
Taller ll, como es conocido en la metodología Montessori, es equivalente a los grados cuarto, quinto y sexto en la educación tradicional y atiende estudiantes de las edades de 9 a 12 años.
Dentro del currículo de estudio se les hacen presentaciones de los cuerpos de agua como el río, su ecosistema, el estudio del agua, entre otros temas que les hizo a los estudiantes querer aprender con el río que tienen junto a la escuela. Esta etapa de desarrollo es una donde se aplica la educación cósmica, donde el el niño y la niña consigue comprender cómo todos los seres, vivos e inertes, siguen las leyes naturales y, además de cumplir con su tarea, benefician a otros, creando un equilibrio natural, una cadena donde todo se relaciona y hace posible el avance.
De ahí el amor y la necesidad de cuidar de este ecosistema del río.
Club
El club se encuentra en su fase inicial. A través de reuniones y actividades comunica a las familias de la comunidad el deseo de cuidar el río, de la existencia del club y cómo todos y todas pueden ayudar. El río actualmente tiene basura, escombros y desagües de tuberías que llegan a él. La concientización e integración de la comunidad es vital.
Los y las estudiantes se proponen estudiar y poner al servicio de su comunidad lo aprendido. Poner la ciencia al servicio de la conservación de este ecosistema tan importante para su gente. Han comenzado ya con una serie de orientaciones a las familias y vecindad de cómo canalizar las tuberías, como sembrar plantas que ayudan a absorber aguas sépticas y retener el terreno. Han construido rótulos que invitan a conductas positivas para cuidar el río.
El Club, junto a sus guías, están trabajando con la publicación futura de boletines recurrentes con temas relacionados al río. Han comenzado proyectos de investigación como parte de su tarea académica sobre el tema inminente de la erosión y la conservación de este cuerpo de agua. La organización Para La Naturaleza les dará pronto un taller de las plantas que pueden ayudar y luego habrá un día de siembra alrededor del río.
El pasado 13 de febrero la comunidad escolar y la comunidad vecina, celebraron la inauguración del Club Amigos del Río. El invitado especial fue el cantautor Hermes Croatto quien compartió con el estudiantado canciones que celebran el amor por la naturaleza, la comunidad y por Puerto Rico. Niños y niñas, asistentes y guías, familias… se unieron y cantaron a una sola voz con Hermes.
La comunidad de Barranca acoge a Hermes como a un hijo, a quien conocieron de pequeño cuando “su padre venía al barrio a cantarle a nuestro papá que estaba ya mayor y le encantaban sus canciones” comparte Evelyn Ortiz Cintrón, nieta del prócer comunitario Inocencio Cintrón Zayas.
Jessica Santiago guía de Taller 2 y Yoara Colón, facilitadora de transformación de la comunidad escolar, celebran “que se haya escuchado la voz de los niños y niñas, sus deseos de aprender y de colaborar con su comunidad y su país.