Montessori Público: un tesoro
‘’Yo creo que mucha gente no sabe el tesoro que tiene Puerto Rico al tener una educación como Montessori sin costo alguno’’.
Por Andrea Santiago Vicente
Una experiencia con sus hijos mayores en la escuela tradicional, llevó a Raquel Gomez a buscar otra alternativa educativa para sus hijos menores. En ese proceso encontró la educación Montessori.
Uno de sus hijos mayores terminó siendo ‘‘homeschooler’’ porque sentía que la escuela tradicional no le ayudaba a descubrirse, no lo ayudaba académicamente y no estaba satisfecho. Teniendo esto en cuenta, como madre decide prevenir con sus hijos menores y comienza la educación en casa.
‘’Montessori siempre ha sido atractivo, pero es inaccesible, es imposible que yo pueda poner a mis nenes en un colegio Montessori’’, decía Raquel tras lo distante que quedaban de su hogar y sobre todo, lo costoso de esta educación.
Un día, Raquel se encontraba trabajando para cubrir los gastos médicos de su hija menor, y una madre se le acerca y le comenta sobre Montessori en el hogar como una experiencia que ayudaría a su hija. Raquel decide intentarlo. Comienza a estudiar la filosofía Montessori, la manera de presentarle a los niños las materias, los temas, qué materiales utilizar , a prepararse, y mientras más profundizaba, más se enamoraba.
Así que Raquel se unió a un grupo de madres que practicaban Montessori en el hogar. Estas madres en busca de seguir aprendiendo y ofrecerle lo mejor a sus hijos, buscaron tener un diálogo con el Instituto Nueva Escuela (INE), organización sin fines de lucro que certifica maestros en la filosofía Montessori, con el propósito de aclarar algunas dudas que le surgían.
‘’Yo hice tres preguntas, y las tres preguntas Jennyffer respondió y me dijo: todas tus preguntas serán contestadas si tuvieras una comunidad. Porque necesitan la comunidad para que sea completamente Montessori’’, relató Raquel sobre uno de los puntos que más tocó su corazón en ese diálogo.
En el intento por cumplir con el aspecto de la comunidad que les habían mencionado, las madres que practicaban Montessori en el hogar se encontraban una vez a la semana, pero no era suficiente.
Un día, en conversación con una de sus amigas, se entera que la escuela pública Juana Sánchez del barrio la Placita en Juncos comenzaría con la filosofía Montessori, así que tan pronto como pudo, corrió a matricular a su hijo Uriel de 7 años.
Su deseo como madre por continuar con la filosofía se debía a que le daba una importancia al niño, a su etapa de desarrollo y sobre todo porque confiaba que esta educación haría de su niño uno bondadoso, solidario, que pensara en los demás.
‘’Mi hijo mayor hubiera sido feliz en un ambiente Montessoriano’’, expresó su madre recordando la experiencia que la llevó a educar a sus niños en casa.
Raquel admitió lo sacrificado que era estudiar en casa e intentar tener todo los materiales necesarios para que Montessori funcionara con sus niños desde el hogar ‘’y después tu te das cuenta que hay una escuela pública que ofrece todo eso. Y uno dice: eah rayo, hay mucha gente que no acepta el tesoro que tenemos, pero yo sí lo acepto’’.
Un giro en la vida de Raquel.
Raquel al matricular a su hijo Uriel en la escuela Juana Sánchez, comenzó como madre voluntaria, luego fue asistente, hoy es guía de Taller ll en dicho plantel.
Cuando se inicia como voluntaria, la escuela estaba dando sus primeros pasos en la metodología Montessori y en el proceso de transformación. Con el pasar de los años, se necesitaban más maestras que quisieran ser guías Montessori, ‘’todo el mundo sabía que me moría por esa oportunidad’’, así que la directora y el INE le dan esa oportunidad tan deseada.
Aunque admitió que era un reto a primera vista, decidió lanzarse y dar el primer paso que era estudiar pedagogía, pues no era maestra. Luego comenzar a formarse en el INE para poder ser hoy una guía de Taller ll.
Un tesoro.
‘’Mis hijos me hablan de sus maestras con mucho amor y las recuerdan con mucho amor. Y yo sé que han tratado de trabajar con su necesidades particulares. Yo sé que para Uriel una escuela elemental no hubiera sido lo mismo jamás, sino hubiera sido allí, donde le permitieran hacer las preguntas que hacía y explorar’’.
Como madre reconoce que las familias tienen una voz que se escucha y que a los niños también se les escucha a través de la gobernanza compartida, uno de los pilares de esta educación.
Para ella algo muy importante de Montessori es que trabajaba con sus hijos tanto lo físico, lo emocional, lo académico, como lo espiritual, sembrando en ellos el deber de aportar algo al mundo para hacerlo mejor.
‘’Yo creo que mucha gente no sabe el tesoro que tiene Puerto Rico al tener una educación como Montessori sin costo alguno’’, afirmó Raquel.