Wanda Montes: ‘‘Yo me enamoré’’
Wanda Montes es guía hace 13 años de Casa de Niños en la comunidad de Cantera.
Por Andrea Santiago Vicente
Desde el 2007 a Wanda Montes le llaman guía, guía de Casa de Niños del ambiente Lirios en la escuela Manuel Elzaburu y Vizcarrondo en Cantera.
Luego de ser maestra transitoria, Wanda llega en el 2004 a la escuela Sofia Rexach
(que ahora es Manuel Elzaburu y Vizcarrondo), y allí ejerció como maestra tradicional de primer grado. Después de dos años, en el 2006, el director de la escuela le habla sobre la metodología Montessori con la visión de transformar la comunidad escolar.
Entonces, ella y un grupo de maestros deciden tomar una orientación sobre la filosofía.
‘’Ese día vino la persona a orientarnos y hablarnos del proyecto. Pues comenzó con la historia de María Montessori y fue bien interesante. Luego trajo consigo unos materiales Montessori y los presentó, los explicó y vi que detrás de cada uno de ellos , aparte de su belleza tenía un objetivo, una destreza bien sutil, pero estaba ahí, estaba ahí. La manera en que se presentaría al niño con el objetivo, la manera en que ese material o ese proceso en que se diera iba ayudar al estudiante. Es algo que sinceramente no lo puedo describir, realmente me llegó y como dije anteriormente me enamoré y dije sí a la transformación. Y aquí estoy’’, ese es el encuentro de la guía con la filosofía.
Los estudiantes pueden trabajar en unas mesas de madera de su tamaño o en el piso sobre alfombras.
La educación tradicional y la filosofía Montessori tienen varias diferencias y una de ellas son los materiales que componen los ambientes (los salones de clases) y el papel que juegan en el método; eso enamoró a Wanda.
‘’El enriquecimiento del ambiente, el tener estos materiales con sus distintas destrezas y niveles de trabajo y dificultad, los ayuda a ellos a prepararlos para llegar a ese punto. Todos estos materiales que tenemos en vida práctica y sensorial son los que los ayudan a prepararse para la lectura y la escritura. Llevan una secuencia en la que ellos trabajan de izquierda a derecha de arriba hacia abajo que es la misma manera en la que nosotros leemos y escribimos’’, nos explicó la guía con mucho entusiasmo sobre uno de los muchos beneficios del ambiente y sus materiales.
Wanda nos compartió que el área que más le llama la atención a los niños es el área de vida práctica, donde tienen granos, agua, envases de cristal, platos, escoba y todo eso a ellos les motiva. Un ambiente de Casa de Niños está dividido en vida práctica, sensorial, matemática, lenguaje y estudios culturales.
Esta es una niña utilizando materiales de vida práctica trabajando sobre una mesa de madera.
La guía nos mencionó que ella tenía que hacer tanto y tanto para llegar al estudiante en su experiencia con la educación tradicional para que la enseñanza fuera efectiva, que al conocer Montessori y su metodología tomó la decisión.
Ya Wanda lleva 13 años en el proyecto Montessori y afirmó que no la cambiaría.
‘’Montessori ha tocado mi vida, me ha mantenido con pasión desde el primer día. Es mi vocación y realmente Montessori me llena para poder impartir y llenar esas áreas que los estudiantes necesitan para ser hombres y mujeres de bien y recibir lo que necesitan para la vida, para desarrollarse. Para mi es todo, yo siempre estoy hablando de Montessori, en la casa, donde quiera que yo me paro hablo de Montessori’’.