La pequeña Julie
Por Andrea Santiago Vicente
Julie Figueroa se crió entre Vega Alta y Ciales. Su alma mater, como ella dice, es la escuela Antonio Paoli en la urbanización Santa Rita de Vega Alta. Allí cursó sus años elementales y vivía tan cerca como al cruzar la calle.
En su infancia jugaba a ser maestra, y sus estudiantes eran su hermana menor y sus muñecas. Desde ese instante en su corazón estaba el deseo de educar, y en su inocencia decía que en la Antonio Paoli ejercería, pero hoy vemos que es un hecho.
Ella llega a la escuela de su infancia, luego de estar 6 años como maestra transitoria en el sistema público de enseñanza del país, el Departamento de Educación (DE).
Para el 2015 surge la oportunidad de hacer un cambio escolar en la Antonio Paoli y las dos alternativas presentadas para ese entonces fueron Bilingüe y Montessori. Julie asistió a ambas orientaciones, pero Montessori la cautivó.
‘’A mí lo que me motivó a estudiar el Montessori, más que el Bilingüe, es que en Montessori estaba todo integrado. Al mismo tiempo va hacia el niño específicamente. Va a la necesidad de cada niño de manera individual’’, nos expresó Julie, aspecto que en la educación tradicional sentía que no podía trabajar.
Esta decisión la convirtió en la primera guía de la Antonio Paoli. Comenzó con el ambiente Girasol, un Casa de Niños con 28 niños y niñas y 28 familias que le dieron la oportunidad a este método educativo.
Para ese entonces, la asistente de Julie era una madre, Dania Ortíz, una madre que tenía sus dos niños en el ambiente girasol, y que el método educativo cambió su vida.
Como dice Julie, ‘’Montessori transforma al ser humano, toca vidas’’.
Julie se había propuesto una meta
En sus primeros años como guía Montessori la meta de Julie era enamorar a sus compañeros de este método que le cambió la vida.
Cada vez que tenía la oportunidad les hablaba de lo maravilloso de esta metodología. Pero Julie no perdió tiempo para planificar, como hacen los maestros para llegar a sus niños. Ella con el apoyo de la directora y la secretaria escolar para ese entonces, convoca una reunión de facultad.
Esta reunión era algo distinta. La reunión fue en otra escuela, tipo excursión y llevó a toda la facultad a la escuela Montessori Juan Ponce de León en Guaynabo, la primera escuela pública Montessori.
Según nos cuenta, la visita sirvió para que sus compañeros observaran los ambientes, materiales, dinámica dentro de la comunidad escolar y para tener un diálogo sobre la filosofía y metodología Montessori. Para ella este ejercicio ayudó mucho, pues hoy la Antonio Paoli cuenta con 3 Casas de Niños, 4 Taller l y 2 Taller ll.
Por un momento esta transformación se vio amenazada, cuando en el 2018 la escuela fue puesta en la lista de cierre por la pasada administración del DE, pero gracias a que la comunidad escolar defendió su proyecto, en Santa Rita hay una esperanza para nuestro país.
Si le preguntan a Julie por su escuela va a decir que es una escuelita hermosa, donde la facultad está muy unida y comprometida con sus niños y familias.
Julie describe el ser guía Montessori como un estilo de vida más que una profesión, un servicio y uno de respeto.
La pequeña Julie ya no es tan pequeña, y hoy es una guía Montessori de Casa de Niños. Es uno de los muchos Rostros que trabaja día a día, porque sabe que Escuela a Escuela un Nuevo Puerto Rico es posible.